Fotografía del Comodoro Perry
en 1858, tomada por M. Brady
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El presidente de Estados Unidos, Millard Fillmore, en uno de sus últimos actos de gobierno, encomendó al comodoro Matthew C. Perry para que entregara un comunicado diplomático oficial, al emperador de Japón. El documento pedía al emperador japonés que considerara la oportunidad de efectuar intercambios comerciales entre las dos naciones. Además, porque los Estados de Oregon y California quedaban al frente del archipiélago japonés, y a tan sólo 18 días de navegación a vapor, a través del Océano Pacífico.
El comodoro Perry aprovechó la oportunidad y se excedió en su misión, mediante la entrega de dos cartas al emperador japonés: la nota diplomática del presidente Fillmore, y una carta, con amenazas, redactada por el propio Perry, que obligaba la apertura comercial de Japón.
Además de impresionar a los japoneses, con el tamaño de los buques americanos, su tecnología y artillería, Perry suavizó su prepotencia, anunciando que les daría ocho meses de plazo, para que se prepararan a abrir sus fronteras al comercio con Estados Unidos.
Dibujo que muestra la diferencia de embarcaciones |
Perry anunció que regresaría el 31 de marzo de 1854, tiempo suficiente para que los japoneses expidieran los decretos necesarios y anunciaran a su población de aceptar el tránsito de navegación extranjera por los mares japoneses y el ingreso de mercancías extranjeras al “país del sol naciente”.
La tradición japonesa enseña que el emperador proviene del Sol.
Los buques estadounidenses frente a las pagodas japonesas, en 1854 |
Las negociaciones acordaron los siguientes puntos:
Ø Apertura inicial de los puertos de Shimoda y Hakodate.
Ø Establecimiento de un consulado americano, en Shimoda.
Ø Aplicación de la cláusula de nación más favorecida -NMF-