Octubre 23: Entre el 14 y 27 de octubre de 1962, inclusive, ha sido el período durante el cual nuestra existencia ha estado más amenazada por una guerra nuclear entre las dos potencias antagonistas: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y Estados Unidos.

Estados Unidos ordena un bloqueo a Cuba y le dice a los rusos que se "larguen"

Los soviéticos instalaron misiles nucleares en Cuba, a solo 90 millas de las costas estadounidenses, buscando bronca.

Los tres actores de la crisis: John F. Kennedy de EEUU; Fidel Castro, de Cuba; y Nikita Kruchev de la Unión Soviética

Sin embargo, Estados Unidos había instalado una base de misiles en Turquía, dirigidos a Moscú. Además, la CIA intentó derrocar a Fidel Castro, pero fracasó. El comandante soviético en Cuba estaba empoderado para disparar los misiles en caso de invasión… y… el destino de la humanidad quedó en las decisiones de dos hombres: John F. Kennedy y Nikita Krushev.

El rango medio de los misiles nucleares soviéticos SS-4 y los de rango intermedio SS-5 

si se hubieran disparado desde Cuba.

El “culillo” invadió a la humanidad. El 23 de octubre de 1962, se desplegó un cerco naval estadounidense alrededor de Cuba, propiciando un verdadero bloqueo naval.

Aerofotografías de los aviones espías de reconocimiento 

Los soviéticos contestaron que no desviarían sus flotas navales dirigidas a proteger a Cuba.

Las mujeres se llevaban las manos a la cabeza; los jóvenes nos comíamos las uñas; los mayores se rascaban las güevas; los religiosos se arrodillaron en las calles; los transeúntes brotaban sus ojos, y los demás se erizaron cual espeluznante fin del mundo.

En la medida que los rusos construyen bases nucleares en Cuba,
los estadounidenses hundirán todo buque de guerra soviético que se arrime a Cuba

Como en la Teoría de Juegos…los rusos se “agallinaron”, ¡afortunadamente!… de otra forma habría sido: ¡Destrucción atómica mutua y global, asegurada!

Nikita Kruchev ordena el retiro de los misiles y pone fin a la más escalofriante crisis que quizá ha vivido la humanidad