Maximiliano Robespierre |
París entró en un estado de confusión, caos y rebeldía que tuvieron que pedirle al General Napoleón Bonaparte, quien recién llegaba de su exitosa campaña en Egipto, para que pusiera orden. Una vez más le tendían una trampa al joven oficial, porque pensaban que esa revuelta no la frenaba ni el más valiente de los líderes y así quemarían políticamente al célebre General. Pues Napoleón les dio la sorpresa y tranquilizó a París…y a Francia entera.
Revuelta revolucionaria en Paría, el 5 de octubre de 1795 |
Por enésima vez, Napoleón se convierte en un orgullo nacional y los politiqueros corruptos todos, absolutamente todos, según los mejores historiógrafos, tuvieron que guardarse sus palabras y malos deseos contra un muchacho de 26 años, que regresaba victorioso de fundar cinco repúblicas y apaciguar a Egipto.
Paul Barras, uno de los cinco Directores, ordenó al joven Napoleón de poner orden en París, quizá pensando que era una buena manera de desprestigiarlo. |
¡La envidia se montó en burbujas y vientos contra el exitoso general de 26 años que estaba listo para gobernar a toda Europa y lo demás también! Las personas que tienen tanta energía, tanta inteligencia y tanta lógica hay que superarlas en la prospectiva porque siempre tienden a ser dictadores, y tienen su razón, no la nuestra.
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