Los festejos de Carlos I terminaron con la Guerra Civil que fomentó. |
Carlos subió al trono de Inglaterra en 1625, cuando murió su padre, Jacobo I.
Los reyes y príncipes pertenecían a las monarquías absolutistas que creían que tenían derechos divinos y que pertenecían a tronos hereditarios, por la gracia de Dios.
La gente protestó hasta "en pelota" |
¡Monarquías que creían que solo tenían que responderle a Dios!
Aunque el Parlamento inglés solo debatía sobre leyes y aprobar el presupuesto para las guerras, el rey inglés resolvió acabar con esa figura y regir absolutamente, porque no aceptaba que lo refutaran.
Se creía Divino |
Quizá el principal error de Carlos I fue subestimar la cooperación parlamentaria. Su determinación en la creencia sobre los “Derechos Divinos” del monarca lo condujo a maltratar al Parlamento, que venía operando desde “Magna charta libertatum” o “Carta magna de las libertades” que negoció el rey inglés, Juan I, con la nobleza, en 1215. (Por eso hay esnobistas que llaman a nuestra Constitución con el nombre de “La Carta Magna”; pero son muy distintas).
Durante
el siglo XVII se produjo una guerra civil en Inglaterra conocida como la
revolución inglesa, la cual se llevó a cabo en dos etapas: la primera, entre
1643 y 1648, se produce por el enfrentamiento entre los defensores de un poder
monárquico absolutista y la clases medias con poder económico, partidarios del
Parlamento y liderados por el parlamentario y general Oliver Cromwell.
Los rojos eran territorio monarquista y el amarillo era liberal parlamentario
Los parlamentarios obtuvieron la victoria y condenaron a muerte al rey Carlos I quien fue ejecutado en la plaza pública el 30 de enero de 1649, horrorizando a toda Europa.
Hubo, entonces, un interregno republicano entre 1649 y 1660, durante el cual Cromwell fue proclamado como Lord Protector mediante una ley llamada Instrument of Government.
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